CDMX.- Los candidatos a la Presidencia de México han optado como estrategia de campaña por esconder los logotipos tradicionales de los partidos que los abanderan, debido al descrédito, rechazo social, mala fama y crisis que arrastran, coinciden expertos y analistas.

José Antonio Meade, candidato de la coalición Todos por México, sustituyó los logos del PRI, PVEM y Nueva Alianza por tres triángulos de color verde, azul turquesa y rojo que apuntan a la derecha; incluso las camisas rojas quedaron atrás para dar paso a las de color blanco, que también usan los militantes que van a sus mítines.

En el caso de Ricardo Anaya, candidato de Por México al Frente (PAN, PRD y MC), para su imagen de campaña aparece su apellido y más pequeños, los logotipos de los partidos que lo impulsan.

Morena usa su logotipo sin destacar al PES y al PT, porque es la primera elección presidencial que enfrenta, señala Khemvirg Puente, de la UNAM.

Leonardo Curzio, investigador del CISAN, opinó que la estrategia tiene que ver con que encuestas ubican a los partidos como las instituciones de menos confianza y más descrédito.

Para Alberto Aziz Nassif, investigador del CIESAS, los presidenciables evitan los emblemas por la mala fama de los partidos. En el análisis no aparece Margarita Zavala, ya que es la únicacandidata independiente.

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