Nogales.- Luis Ramiro Rodríguez Carreño encontró en la calle Reforma y en el boulevard Del Ensueño la confianza y esperanza de los vecinos que esperan pueda convertirse en el legislador que Nogales necesita.

El candidato priísta por la Diputación Local por el Distrito V Nogales Norte, recorrió varias calles de los sectores descritos, en donde escuchó algunas de las necesidades para las cuales comprometió su palabra de gestionar los recursos necesarios desde el Congreso del Estado.

Se entrevistó con varias familias, algunas amas de casa que lo reconocieron inmediatamente: “Tú eres el hijo del Puma”, era frase común entre las vecinas de las calles contiguas a la Reforma.

“Me da mucho gusto estar re corriendo las colonias y cuando me identifican como el hijo de José Luis Rodríguez El Puma, pues es más aún mi compromiso con Nogales, porque tengo a cuestas el nombre de una persona reconocida y que llegó para batallar trabajando y obtener lo que tiene”

Pidió la confianza de los nogalenses y recordó que no vive de la política como muchos otros, es empresario que busca por medio de la política por primera vez, poder darle un poco de lo mucho que Nogales le ha brindado a él y su familia.

“Hay que buscar lana para cumplir con las pavimentaciones que hacen falta, de eso se trata la chamba de un Diputado, el crear leyes y mejorar las condiciones de los sonorenses, así como gestionar dinero para que se haga lo que queda pendiente, primero necesito la confianza de la gente, llegar a donde queremos y después cumplirles”, aseguró.

Primeramente Rodríguez Carreño participó en una reunión junto con Jorge Freig Carrillo en una vivienda del boulevard Del Ensueño y posteriormente, recorrió las calles de la colonia Del Rosario acompañado de Humberto Robles Pompa, para terminar en otra reunión con vecinos.

Durante el día, participó en varios recorridos con comerciantes de la avenida Álvaro Obregón, acompañó a jóvenes estudiantes en un Rally Juvenil en la Unidad Deportiva y acudió de nueva cuenta a saludar a padres de familia que acudían a escuelas a dejar a sus hijos.

  Luis Ramiro Rodríguez