¿Qué vamos a celebrar?

¿Qué vamos a celebrar?

No tenemos motivos para celebrar la “Libertad de Expresión”, cuando tenemos un Presidente de la República (Andrés Manuel López Obrador), que desprestigia el trabajo de los comunicadores y periodistas.

Un gremio que ha sido etiquetado desde “Fifis” hasta “chayoteros” y de este modo incita a la violencia contra el gremio, contra los comunicadores que decimos la verdad, aunque incomode.

El cuarto poder ha perdido el valor, y se ha dejado pisotear, pero también ha perdido el sentido común de informar a quien necesita estar informado. Los medios de comunicación cumplen la misión de estar en medio del pueblo y Gobierno, pero aun así, los medios no obligamos que nos escuchen en la radio, que nos vean en Televisión o que nos lean en los impresos.

Este año tenemos que poner sobre la mesa que fue el propio Gobierno Federal quien en días recientes difundió una lista de periodistas a nivel nacional acusados de cobrar millones en la última administración federal, sin embargo, luego salió a corregir la información haciendo creer que alguien la filtró.

La realidad es que todo hombre y mujer debe ser remunerado por su trabajo, pero le realidad que vivimos los comunicadores en México no es así, desde cualquier oficina o desde cualquier gobierno, dígase, Federal, Estatal o Municipal se hacen “reformas” a modo para coartar la Libertad de expresión.

 

¿Libertad de expresión?

En la historia reciente de México se calendariza la Libertad de Expresión cada siete de junio, desde 1951.

Fue el entonces presidente Miguel Alemán Valdés quien instituyó la fecha y posteriormente, en 1976, el entonces presidente Luis Echeverría estableció que en la celebración se entregara también un reconocimiento, el cual fue denominado “Premio Nacional de Periodismo”.

México fue calificado en 2012 por la ONU como el país más peligroso para ejercer esta noble profesión, y desde entonces no se ha logrado que la violencia disminuya.

Por el contrario, cada periodista asesinado, simplemente ha pasado a formar parte de las estadísticas, números dolosos que ponen en la realidad la falta de Libertar de Expresión.

Reporteros Sin Fronteras, La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), y un sin número de asociaciones de periodistas desde el Norte hasta el Sur de México han levantado la voz para protestar por los crímenes, los cuales en el Gobierno de López Obrador suman seis durante el 2019.

Sin embargo, en los últimos 35 años y de acuerdo con el monitoreo permanente del gremio periodístico, de 1983 a 2019 la suma es de 312 homicidios: 274 periodistas; 3 locutores; 10 trabajadores de prensa; 13 familiares y 10 amigos de comunicadores; y 2 civiles; además de 28 desapariciones forzadas pendientes de aclaración.

En sonora, también podemos ver los ataques a periodistas, como el caso de Santiago Barroso Alfaro en San Luis Río Colorado; Reynaldo López quien se desempeñaba como Locutor y Carlos Cota ex reportero de Televisa Sonora y no podemos olvidar a Alfredo Jiménez Mota.

 

La lista reciente de Sonora

En la reciente historia de Sonora pesan cuatro ataques a periodistas y comunicadores:

1.- Santiago Barroso Alfaro +, San Luis Río Colorado (2019).

2.- Reynaldo López + y Carlos Cota, Hermosillo (2019).

3.- Saúl Martínez +, Agua Prieta (2007).

4.- Alfredo Jiménez Mota ?, Hermosillo (2005).

 

¿Tenemos pues, algo que celebrar?

Estimado y único lector, desde este Ángulo Inferior ofrecemos a usted nuestro punto de vista y recuerde que es una simple opinión.

Román Pineda es director general en Noticias dPoder.com; fue reconocido por la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos FAPERMEX con el “Premio México de Periodismo 2018, Ricardo Flores Magón”.

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