Mientras autoridades de gobierno festejan a su modo el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, en la ciudad de Nogales, Sonora la cruel realidad es otra.
Una niña Raramuri bebe agua de un charco, a 35° Celsius bajo el sol, frente de una fonda a la que acuden cientos de familias pudientes.
Es acompañada por su hermana mayor que carga a un niño en la espalda.
La división cultural, la barrera de las lenguas y la falta de un corazón humano ocasionaron esta gráfica captada por la lente de #Noticias dPoder.com
FOTÓGRAFO: ROMÁN PINEDA
04/08/2019
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